En realidad es muy gratificante para mí poder hacer todo lo que hago últimamente, ya que estoy tocando más o menos todos los palos de todo aquello que me gusta.
Pues para ponernos al día os contaré que el jueves pasado comenzó mi mundo en el pluriempleo, trabajando en una sala de fiestas de la ciudad. De momento estoy en una pequeña barra que queda justamente en la entrada, lugar privilegiado para estar preparado para lo que se avecine, desde mi trinchera se controla casi toda la discoteca, salvo la "barra VIP", y si, efectivamente tenemos una sala VIP con su barra VIP, sus sofás VIP, sus bebidas VIP y su gente v.... bueno y su gente; pero lo cierto es que la barra está decorada con buen gusto y es un sitio chulo (ya le he echado yo un ojo a esos sofás para poder hacer una fotos impresionantes).
Así que me pasé jueves y viernes por la mañana tratando de memorizar todos los precios de la carta, para que no me pille luego el toro, he flipado con la cantidad de marcas que tenemos, nunca había estado en un sitio que tuviese prácticamente cualquier cosa que a alguien se le pueda ocurrir pedir (salvo gasolina sin plomo que se ha acabado).
Y así retomamos el mundo hostelería, conociendo a la gente, haciendo al sitio, a la ubicación de las cosas (esto lo he aprendido bastante mejor con el método ballerina....limpiando las más de 100 botellas paño en mano...), pero ya está todo controlado.
De tal manera que de momento los jueves cuando salgo de dar de beber a media ciudad ya es casi la hora de irme a mi mesa caoba (la terrorífica mesa caoba) así que apenas me da tiempo ni a cerrar el ojo o poner la cabeza en la almohada.
El viernes ya fue algo más movidito pero sin duda son los sábados cuando aquello se pone hasta la bandera. Yo el sábado me lo pasé con la cabeza metida en la cubitera porque no había tiempo para nada más, y eso que muchos de mis amigos se pasaron a verme, lo cual me alegró bastante la noche, pero irremediablemente no les pude prestar mucha atención, así que muchos no se ni en que momento despegaron de allí.
Ocho de la mañana del Domingo, con unas ojeras que ya comienzan a tomar la forma del circuito del Jarama, y todavía me quedaban intenciones de ir a un after, pero se me pasaron bastante rápido al salir a la calle con el Lorenzo pegando de frente y un frío invernal que te dejaba el cutis como a la Lomana, por lo tanto lo más sensato era irse a casa a descansar.
Camino de casa recuerdo que me llamó mi amigo Mikel para que le hiciese unas fotos, al parecer tenemos una fiesta dentro de diez días y necesitaba entregar una foto suya, me gustaría contar la temática de la fiesta y demás pero tal vez sea sorpresa y no quiero ver mi cabeza rodando entre mis piernas, así que mejor esperaré a que se publiquen los plotter y demás.
Pues tal como dije, el domingo tras un largo sueño de seis horas pongo rumbo a casa de mis amigos para comer. Comemos en la terraza porque hace un día estupendo, a Xena le encanta como siempre saltar encima de mi como cachorro que es, lo que no recuerda ella es que pesa ochenta kilos y claro, ese peso y esas uñas no son compatibles con mi piel y termino lleno de arañazos y heridas por todas partes, ella solo quiere jugar yo lo se, pero a mi no me preguntó si yo tenía ganas.
Preparamos una sesión de fotos en cero coma en su casa con cuatro trapos y cuatro muebles de su casa, y cuando terminamos decidimos hacer unas tomas en exteriores así que emprendemos camino como Labordeta con la idea de encontrar unas ruinas para las retratauras. Las fotos quedan espectaculares, y la modelo se deja guiar muy bien, así que la combinación es perfecta.
Las fotos tienen que estar preparadas para esa misma noche, así que salimos corriendo hacia mi casa para retocarlas con photoshop (solo un rubor de retoque que diría Mikel). La foto principal queda espectacular, a todos nos encanta y tanto es así que casi por casualidad llega a ojos de mi jefa y le encanta tanto que me pide permiso para darle mi teléfono al un chico de Madrid que se encarga de al publicidad de los locales. Yo accedo sin inconveniente, y lo que no me esperaba es que a la mañana siguiente se pone en contacto conmigo el director general de marketing para pedirme la foto, foto que les envío por mail tras cuatro o cinco llamadas presionándome para que la enviase, la foto no esta terminada de retocar, o al menos no para mi y mi enfermiza perfección de las cosas, pero la mando de todas maneras.
Me cuentan que la foto no es del todo lo que buscan , pero van a utilizar a la gran Chichi Craufor como imagen de todos los flyers, carteles, página Web... vamos que toda la publicidad va a ser con ella dentro del cartel definitivo y que además se va a hacer una campaña de publicidad bastante grande. Así que yo loco de contento, hoy por cierto me ha pasado el cartel provisional y me ha encantado, en cuanto esté aprobado os lo paso.
Otra de las novedades de la semana es la de mi amiga Olga Marcos, el lunes deciden venir a tomar café por la noche a mi casa, nos reunimos aquí junto con Noelia Marcos, que aunque lo parezca no son familia, y su chico. La buena moza decide sentarse en el suelo a jugar con mi idolatrada Xbox, y cuando le llega el momento de levantarse su rodilla no responde, y efectivamente no respondía, así que el cuadro era el siguiente, ella en el suelo sentada gritando y nosotros petrificados sin saber que hacer contemplando como gritaba, hasta que yo fui a por hielo para ponerle encima y llamamos a la ambulancia.
La ambulancia la debían de estar peinando porque tardó casi media hora en llegar, mientras no parábamos de decirle tonterías a la pobre Olga para que no pensase en nada y sonriese un poco, que es normal que con el menisco dislocado lo que más ganas tengas es de que te cuenten los grandes éxitos de Chiquito de la calzada. Al fin llega la ambulancia y el auxiliar que ha estudiado corte y confección le prepara con sus tijeras en un momento unos shorts que ya quisiesen muchas.
Uno de los auxiliares es muy enrollado y accede a hacerse una foto para el recuerdo con mi amiga en el suelo junto con su rodilla desencajada. Y emprendemos rumbo a urgencias del hospital.
Llegamos allí y la atienden rápido, mientras que a nosotros nos piden datos de ella en admisión y el hombre que nos atiende se enfada porque no sabemos su dirección actual y no figura en el DNI ni en el carnet de conducir, yo le bromeo a Noelia que busque en al tarjeta del Carrefour y el sorprendido me contesta que en la tarjeta de Carrefour no aparecen datos de dirección, lo cual me confirma que el hombre es listo como un lince.
Le hacen unas placas bastante rápido, pero esperamos durante más de una hora a que pase el traumatólogo de guardia porque según dicen le hemos pillado cenando... Tócate los cojones Mari Loles, que al señor no se le puede molestar mientras cena, así que no se si sentarme en la sala de espera o acercarme a un Starbucks y traerlo un frapuccino de Moka que es muy bueno para hacer la digestión, para que luego digan que no es indignante la seguridad social.
Otro día más que trasnocho, mi amiga sale escayolada hasta la ingle y ya más tranquila y nosotros emprendemos camino a casa nuevamente, quedan cinco horas para dormir... el mundo está aliado junto con mis ojeras para convertirme en un hooligan.
FOTOS DE LA SESIÓN


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