lunes, 22 de agosto de 2011

La rebelión de las máquinas

Evidentemente los tiempos cambian y la tecnología avanza y evoluciona para hacernos la vida más cómoda y llevadera, pero del mismo modo y sin apenas darnos cuenta nos está devorando.

Yo no se si los tiempos avanzan de tal forma que, efectivamente en breve, tendremos androides que que terminaran suplantando a nuestros hijos, soldados letales o si alguno de ellos incluso pueda llegar a dominar el mundo, pero lo que si que es cierto, es que todos estos avances tecnológicos están erradicando miles de puestos de trabajo a la misma velocidad que cualquiera en su sano juicio huiría ante un concierto de Tamara-Yurema-Ambar.

¿Qué fue de los teleoperadores? Ahora tenemos máquinas con locuciones infernales que no se enteran de nada, llamas para pedir hora para el médico y terminan dándote cita para una revisión ginecológica, lo cual es muy interesante cuando lo que te duele es la garganta, tal vez las trompas de Falopio para la locución son los pedos que se pilla mi vecino del cuarto a Lambrusco.

Ya ni siquiera se le puede gritar para desahogarte o liberar adrenalina, no es lo mismo cagarte en las muelas del “se que no es culpa tuya pero lo siento te ha tocado a ti” que hacerlo con  una cpu de poca monta.

Cajeros automáticos que no son lentos, son lo siguiente, procesadores propulsados mediante poleas que deben de ir impulsadas por un suricato puesto de Miolastan hasta las patas, que cuando por fin te da el dinero ya ni siquiera recuerdas que coño ibas a comprar.

Locuciones automáticas de los servicios de atención al cliente de las compañías de telefonía móvil que te ponen Almodovarítico....al borde de un ataque de nervios.

  • Hola, diga claramente el motivo de su consulta.
  • ¡¡Queja con la Factura!!
  • Perdone pero no le he entendido...diga claramente el motivo de su consulta.
  • Error en la factura.
  • Perdone pero no le he entendido.... probaremos utilizando el teclado del teléfono. Pulse 1 si su consulta es sobre el número desde el que llama..
(Pero vamos a ver... a ti que más te da desde que número estoy llamando si total cuando me pasen con una persona me lo va a preguntar...)
  • Lo siento, pero parece que tiene problemas.
(Problemas yo, problemas debes de tener tu que no te enteras de nada imbécil).
  • Lo sentimos, pero tal vez se encuentra en un entorno con ruido que nos impide gestionar su llamada, por favor inténtelo de nuevo más tarde.

  • ¡Maldita desgraciada, si mira estoy en Kosovo en mitad de un fuego cruzado escapando de los morteros que lanza el enemigo... no te jode!

Y lo único que consigue es encabronarnos más de lo que estábamos antes de hacer la llamada.

Hace unos días fui a un conocido supermercado en el cual,  han tenido la genial idea de instalar unas registradoras automáticas donde al más puro estilo Juan Palomo, tu mismo te lo guisas y te lo comes. Te haces la compra al estilo “free” y luego, unas señoras que están de pie al lado de las cajeras, te están esperando como Carmen Machi Activia en mano, solo que ellas te obligan a pasar por esas máquinas modernísimas de las que salen miles de rayos láser para que pases tu los productos y tu mismo pagues con tarjeta o efectivo, o como diría la Lomana en “cash”.

Y digo yo, si todo lo hago yo mismo...¿encima me cobras hasta la bolsa? ¡Qué valor! La próxima vez la compra desde casa como hacen los de Gran Hermano. Encima que está todo más caro que el seguro del coche fantástico.

Otras que se han puesto de moda son las máquinas que lo mismo te venden comida que un consolador, que quieres un pollón de negro africano pulsa A-F que prefieres una hamburguesa con queso... pues C-B.... y al instante un chino enano que está dentro te la calienta en un microondas y te la deposita en una bolsa hinchada incandescente que normalmente te suele explotar en la mano al sacarla del cajón donde estaba depositada.

En resumidas cuentas, la rebelión de las máquinas esta exterminando más puestos de trabajo que Terminator con un mal día.

Así pues agarrémonos los machos, porque tal vez mañana nos vayamos directos a la cola del paro y en nuestro lugar pongan a trabajar un Sony Vaio que haga lo tuyo y lo de tu prima.

Game Over.... Insert Coin.

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