jueves, 9 de junio de 2011

Nos vemos en los bares


Casi se podría decir que nos encontramos ya en el ecuador de la semana ¡Y que semana!

Ha sido un fin de semana cargadito tanto de emociones como de trabajo, pero el llegar al lunes exhausto ha merecido la pena, porque en realidad tiene mucho más peso todo lo bueno y positivo que he vivido este fin que el sacrificio en si de las horas de sueño y descanso.

Tenía muchas ganas de sentarme a escribir y contaros algo que siempre había pensado, y como ahora dispongo de una muestra bastante más amplia me ha permitido por completo corroborar mi tesis.

El pasado fin de semana he trabajado en el mundo del pluriempleo tan solo viernes y sábado. El viernes teníamos una fiesta inspirada en "Kill Bill"(para los despistados Uma Thurman vestida con un mono de vinilo amarillo y un sable a modo de catana repartiendo yoyas a diestro y siniestro), lo cual me hizo pensar si tendría que bajar a trabajar vestido de Piolín por aquello del color, pero no.

La fiesta en si consistía en 4 gogos dos chicos y dos chicas, ellos vestidos de rastafari con catana incluida, una de las chicas de limón con sable y lo que me dejó totalmente atónito fue ver salir del baño a la cuarta en discordia, la otra chica vestida de enfermera... y al igual que yo os preguntareis ¿que coño pinta la otra vestida de hospital central en una fiesta de Kill Bill? Pues buena pregunta, yo aún sigo intentado averiguar a quien se le ocurrió tan brillante idea. Que digo yo, por otra parte, que tal vez fuese por si alguno se cortaba con la catana... Lamentable...

Y el sábado para variar pues con el garito lleno, y aquí es donde a mi me llega el momento de reflexión...
¿Alguna vez alguien se ha parado a analizar lo que hace la gente cuando sale de fiesta?
Pues para aquellos a los que la neurona no le llega para más, o simplemente para los que sientan curiosidad yo me he permitido el lujo de hacer este trabajo de campo.

Tras ese mundo que ahí más allá de una barra de bar nos podemos encontrar toda una serie de especímenes variopintos, todos diferentes pero con comportamientos bastante similares.

Hay que comentar que si a todo esto se le añaden cantidades ingentes de alcohol pues imaginaos el circo que se puede montar a tu alrededor, y esto como muchas otras cosas en la vida empeora con el paso del tiempo, es decir, que a las 5 de la mañana el circo esta ya completamente descontrolado.

Están las minichonis, que suelen ser un grupito de chicas que se vienen con las coreografías aprendidas y ensayadas de casa, pueden resultar bastante patéticas bailando todas al unísono, algunas incluso se marcan las coreos del gym en plan batuka o pilates, una vergüenza.

Tenemos también a los solistas rockeros, que son los que durante toda la canción se la pasan jugando al Guitar Hero virtual, pero eso si, lo importante sobretodo es mover la mano que toca las cuerdas, saberse o no la canción es lo de menos.

Los arrítmicos, aquellos a los que cuando se repartió el sentido del compás estaban ausentes, incapaces de seguir el ritmo de la canción y que normalmente se mueven bastante más rápidos que la melodía, dentro de este grupo podemos encajar también a los epilépticos que son precisamente esos arrítmicos que ya están desbocados.

Los coristas, este estereotipo suele estar más reflejado en hombres, a ser posible tirando a garrulos que cantan en plan orfeón donostiarra cual hinchas del Betis, también podemos encontrarnos la variedad de garrulo con azadón, recién llegado de la finca (se le reconocerá por su forma de pedir las copas... "un guainlabel con esprite").

Los cansinos, grupo también mayoritariamente masculino aunque cada vez con más adeptas féminas, es aquel que se pasa toda la santa noche dándote la barrila, capaz de llegar a terminar con tu paciencia hasta el punto de defender la eugenesia.

Las chonis, las distinguirás sobretodo por ir pintadas como la Capilla Sixtina, por llevar un pelo lleno de mechas mal dadas y sobretodo, objeto esencial en las chonis es llevar unos pendientes de aro cuanto más grandes mejor, con cabida para un par de agapurnis y por supuesto si encima eres cani, nada mejor que los aros sean de oro, !ah¡ y unos cuantos piercing que siempre decoran (antes muerta que sencilla). A este estereotipo lo podrás diferenciar también porque enloquecen ante canciones de Camela, Las chuches o La húngara, a veces terminan las frases con preguntas tipo ¿valeeee? o ¿me entiendes?

L@s pij@s, catálogos andantes, les reconocerás por parecer la revista Hola, llenos de marcas de Channel, Gucci, Carolina Herrera (ellos normalmente suelen llevar a un tío montando a caballo que es casi de tamaño real), por mucho calor que se tenga, y aunque estén sudando como una perra no pueden salir de casa sin su jersey atado al rededor del cuello, elemento esencial e imprescindible para ellos, también podréis comprobar las cantidades industriales de gomina que llevan en un peinado normalmente tipo "lamida de vaca".

Perroflautas, este subtipo es más complicado de encontrar, al ser bastante más bohemios se suelen localizar en locales concretos (cuanto mas mugrientos mejor), aunque para ser sinceros suelen pasar más tiempo delante de los locales que dentro (les suele rodear un misterioso halo de humo que tiende a oler a herbolario), sus rasgos más destables son sus vestimentas, como si fueran extras de una película de Merlín el encantador y normalmente suelen bailarlo todo del mismo modo, marcando el estilo garza e inclinando el tronco hacia arriba y hacia abajo.

Los guiris, raza normalmente albina con una tez blanca casi tirando a transparente, pueden parecer fotosensibles por la escasez de melanina en sus caras, la razón de ello se debe a que se refugian en casa durante el día pero no para evitar el sol, sino porque son tales las cantidades de alcohol que ingieren por la noche que son incapaces de levantarse al día siguiente (como mucho los puedes ver tirados al sol en el suelo de algún lugar público, pero aún así seguirán cetrinos). A este modelo se le puede distinguir en la noche porque se transforman en un gusiluz a medida que se van pimplando, pasan de la blancura extrema a una rojez tan intensa que piensas que están a punto de reventar igual un gremlim recién bañado.

El notas, suele ser el graciosillo de un grupo (normalmente de género masculino) que se pasa toda la noche haciendo el imbécil, se humillan públicamente subiéndose a tarimas o espacios elevados para así hacer pública su patética escenografía, a estos modelos de personaje les suele encantar disfrazarse con cualquier cosa que tenga a mano o haya comprado en cualquier chino.

El solitario, que tiende también a ser hombre, este siempre es la alegría de la huerta, le podrás ver probablemente apoyado en la barra en compañía de su copa, para el propietario es uno de los mejores clientes porque no molesta y encima consume, al igual que Félix Rodriguez de la fuente suelen pasar la noche observando en busca de alguna presa, preferentemente carnívoros aunque suelen terminar comiendo la carroña que queda por el suelo a última hora.

No penséis que termina aquí la catalogación, seguramente a vosotros se os haya venido a la cabeza alguna imagen más de algún otro subgénero, yo he intentado recoger aquellos más destacables o notables.

Lo que si es seguro es que si sois capaces de continuar la noche de marcha a muchos de ellos os los encontrareis después en los Afterhours, (para los que no teneis tanto aguante os recuerdo que son esos sitios donde en lugar de copas te ponen alcohol de 90º con sabor a cola y donde ya se queda lo peor de cada casa), pero no te preocupes, si has sido capaz de llegar hasta ahí a las 8 de la mañana es porque has sobrevivido a todo el garrafón que te has tragado durante toda esa noche.

¡Enhorabuena! Ya estás lo suficientemente inmunizado como para pasar a una etapa superior de supergarrafón, eso si, mas te vale hacerte cuanto antes con un buen ibuprofeno si no quieres saber cuando te levantes al día siguiente lo que es que te duela hasta la corteza cerebral.

Y es que el mundo de la noche es todo un mundo, si ya habitualmente nos suceden cosas durante el día ya os podéis imaginar todo lo que te puede llegar a suceder durante la nocturnidad, siempre he dicho que si nos grabasen mientras pernoctamos a cualquiera de nosotros y al día siguiente nos pasasen la cinta (esto ya lo ha hecho Paris Hilton pero yo no me refiero a un hotel) a más de uno le daría tal ataque de vergüenza que se recluiría durante meses en un monasterio hasta que se borre la imagen de toda retina.

Así que para los que andan un poco despistados o alejados de las pistas de baile no olvidéis imprimir este documento y llevarlo en el bolsillo para poder identificarlos cuando salgáis de fiesta la próxima vez, y por favor, tened mucho cuidado con lo que bebéis que a veces se pierde el norte y luego el mundo está lleno de arrepentidos.

¡Que baile el mejor! ¡Nos vemos en los bares!

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