¿Por qué Jack no se subió al tablón con Rose tras el hundimiento del Titanic?, los avistamientos de objetos volantes no identificados, el triángulo de las Bermudas, la verdadera edad de Sara Montiel... son enigmas de la vida sin resolver.
Pero en mi mundo particular hay una serie de incógnitas que mi cociente intelectual no es capaz de despejar, y hoy he querido compartirlos con todos vosotros.
Hace unos días ya comentaba yo por el cara libro, que me cuesta trabajo entender como es posible que cuando llueve, exista gente que aun llevando paraguas (mientras que tu te calas hasta los huesos) vayan pegados a las paredes de los edificios que es el único sitio por el que te puedes resguardar. Pues no creas que ellos se retiran, no, tu tienes que rodearlos al más puro estilo gincana mientras te comes todos los goterones que chorrean de los balcones, que curiosamente siempre hacen diana en toda la jeta o en tu cuello, gracias a estos últimos el día gana en iluminación pues automáticamente se te encienden las largas.
Si nos centramos ya en el tema coche-circulación-aparcamiento la cosa da para poderos relatar los pilares de la tierra 4.
Caso aparcamiento. ¿Qué les pasa a los señores concejales de urbanismo? ¿Acaso les dan pluses en su trabajo por cada plaza de aparcamiento que se cargan? Si ya era toda una odisea poder estacionar tu coche cuando bajas al centro porque misteriosamente todas las plazas han desaparecido, ahora la cosa se expande a los barrios...
Querido amigo señor concejal, ¿realmente cree usted que necesitábamos prescindir de las 40 plazas de aparcamiento que tenía mi calle para que en su lugar usted haya construido una acera que mide 100 metros de ancho? Que esto no es una acera, ¡que aquí podrían poner perfectamente ahora un Mercadona!
Yo no lo puedo comprender, pero tampoco sabía que los contenedores de reciclaje son vehículos de tracción mecánica. En mi calle solamente caben ahora 5 coches (de los 40 que antes se podían ver), pero ahora ya solo hay sitio para dos porque un día llegaron unos contenedores de colores, que se ve que pagan el impuesto de circulación y decidieron estacionar ahí. ¡Coño! Que muchos días cuando vuelvo del trabajo y veo que justo está libre una de las dos plazas me pongo más contento que cuando me toca el reintegro en la primitiva.
Eso por no mencionar ya como han proliferado las plazas de minusválidos, que ni que fuesen Gremlins, claro por culpa de la gente que va con los paraguas debajo de los balcones se ve que tienen que ir por fuera, se mojan y se reproducen. Yo soy tolerante y comprendo que hay que facilitarles la vida, pero hombre, cuatro plazas cada cien metros me parece abusivo, que si realmente hubiese tanto minusválido, se celebraría paraolimpiadas a nivel regional en todas las provincias de España.
Más de lo mismo sucede al volante, donde no comprendo por ejemplo ¿por qué la gente se salta los semáforos y luego cuando el semáforo se abre tardan una vida en arrancar? O una explicación a porqué para girar a la derecha o a la izquierda la gente invade tu carril porque se abren más que Malena Gracia.
Otro de los enigmas de la vida que seguramente muchos os habéis planteado en alguna ocasión es lo siguiente. Situación, individuos poniéndose hasta el culo en un buffet libre, comiendo como si el apocalipsis estuviese a la vuelta de la esquina, pero al llegar el momento del café...."con sacarina por favor".... ¿Perdonaaaaaa? Comes como un auténtico cerdo y ahora pretendes ir de digno... en fin...
¿A quien no le ha desaparecido un calcetín? Estoy seguro de que existe una dimensión paralela más allá del tambor de la lavadora, quizá la fuerza centrífuga es capaz de teletransportar algunas prendas de ropa (como pasaba con el Delorian en "Regreso al pasado") a otro tiempo, yo tengo varios calcetines desparejados y prendas de las que nunca más se supo (aunque algunas de estas es posible que se hayan podido extraviar en alguna noche de borrachera, que haberlas haylas). Quizá ahora en la edad media haya alguien con camiseta de Zara o del "Fresca", que emocionante...
Otro misterio de la vida sucede con aquellos que utilizamos una cadena en el cuello, tu metes un extremo de la cadena dentro de la arandela de cierre, que ya te cuesta una vida entera atinar, la dejas tras la nuca y sea como sea siempre aparece delante del cuello, pero eso si, aunque tu la cierres delante del cuello y la coloques ahí jamás de los jamases se dará la vuelta sola hasta colocarse en la nuca, que cosas...
Y es que en cuestión de objetos se llevan la palma las llaves de casa, tu vas llegando al portal, y lo más probable es que te estés meando como nunca en tu vida, así que empiezas a ganar tiempo, sacas las llaves del bolsillo (que son cuatro o cinco) y giras el llavero para buscar la llave del portal, oye y por más vueltas que le des, la llave del portal nunca aparecerá, siempre queda escondida entre las otras, y además las vueltas que le das al llavero son directamente proporcionales al incremento de relajación de tu esfinter, que curioso....
Y es que la vida esta llena de estos enigmas, yo mismo en mi mismo me considero un enigma y creo que jamás llegaré a entenderme...
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