Tu si que vales

Siete de la mañana, suena el despertador y como cada día quiero morir para así tener las excusa perfecta y no ir a trabajar.

Al parecer no me canso y como muchos días trato de engañarme a mi mismo y miro de nuevo el reloj, por si acaso me he equivocado al poner la alarma y la he puesto una hora antes..., pero una vez más no hay suerte.

Así que da comienzo el ritual matutino, casi a tientas voy camino de la ducha, hace tanto frío que como diría una amiga mía apunto estoy de rayar el espejo con los pezones, vamos, que me cogía su tío Manolo, me daba la vuelta y me ponía a arar...

Es inhumano levantarse a estas horas de la mañana, yo siempre he dicho que deberíamos ser jubilados hasta los 65 años y luego ya a partir de esa edad empezar a trabajar, a ver si con la entrada del nuevo gobierno se lo plantean como método anti crisis.

Como llevo toda la semana con la cabeza tarumba por tanto festivo, ni se que día es, y estoy tan cansado que ni tiempo he tenido de ir a hacer compra, así que mi nevera está mas pelada que las rodillas de la Lewinsky, por tanto ni me molesto en abrirla porque se que no nos vamos a poner de acuerdo.

Gracioso fue el pasado viernes, que salgo de casa y me encuentro con Sigourney Weaver en gorilas en la niebla, no se ve a tres palmos de mis narices, llego al coche y hasta que no me meto dentro no me doy cuenta de que me han robado el espejo retrovisor, estupenda mañana para que te ocurra esto, una niebla densa y no tener espejo retrovisor me da mucha seguridad, sobretodo porque estamos en Diciembre.

Para los que lo desconozcan, existe una leyenda negra que me persigue desde hace años, y es que ya hace unos cinco años que tuve mi primer accidente en el mes de diciembre y desde entonces esto ha sido un sin parar, salirse de la carretera por hielo, empotrarse con un poste de la luz, trompazo trasero que me empotra contra el de adelante...

Ya incluso en una acto de desesperación, hace dos años decidí que casi sería mejor no coger yo el coche así que le pedí a mi queridísima Piscis (que diría la gran Esperanza Gracia) y amiga Olga Marcos que me llevase al trabajo, bueno, pues nos entoñaron del mismo modo... al parecer esto debe ser como en la película de Destino Final que me persigue allá donde vaya, pero se ve que de momento le he ganado todas las batallas, bueno menos al del banco claro, que la ha ganado él conmigo y con mis prestamos bancarios.

Y es reciente fin de semana ha estado movido en el mundo copa, la verdad que esta semana ha resultado un poco agotadora, tanto mundo alcohol y mundo telemárketing consiguieron fulminarme y tenerme todo el Domingo en posición horizontal, durmiendo, matizo (que hay mucho enfermo mental).

La verdad que poco he podido hacer con mi vida, a mi me hubiese gustado poder ir a ver a mi abuelo a su pueblo, que es el único que me queda, y la verdad que los abuelos son un puntazo, el mio a sus 97 años me tiene fascinado, ojalá tuviese yo la mitad de buena memoria que tiene él, nuestra generación ni de coña llegará a esas edades.

¿Quien no ha tenido una vivencia divertida con ellos?

Mi abuela se pasaba la vida comiendo los “kivis”, o fumigando en el establo porque según ella estaba lleno de “micobrios”, pelando “acenorias” o simplemente barruntaba (sospechaba) que algo iba a suceder.

Recuerdo el caso también de una mujer que estaba muy preocupada porque su hija estaba embarazada y como tenía muchas migrañas y dolores de cabeza no estaba segura de si podría o no tomar “neopreno” para quie se le quitaran los dolores (ibuprofeno).

O la mujer que acude a la dependienta del Carrefour de la sección de juguetes:

• Hija llevo una hora como loca una hora buscando las muñecas de “Gelocatil”...
• ¿Perdón?
• Si mujer, esa que un gato con lazo
• Ay señora... eso se llama Hello Kitty.

Una que debía ser prima suya buscaba en H&M una camiseta:

• Hija, ¿dónde están las camisetas del cacho queso?
• ¿De que señora?
• Si hombre del cacho queso ese amarillo
• ¿Se refiere usted a Bob Esponja?
• Ay, si eso hija, eso.

No podemos dejar atrás a aquellos que iban también de compras...

• Hola buenas, vengo a comprar una colonia
• Muy bien, dígame
• Pues quiero el “Jaidore de Cristo Dios”
• Si señora, te alabamos señor. 

Y en telefonía móvil:

• Mira que el móvil me lo compré en “Te pone Jose”...
• ¿Donde perdón?
• La tienda esa de los teléfonos...
• The Phone House verdad....

Algunos se lo compran en el “Mari Mar”... (Media Mark)

• Hola mira, yo quiero un movil de esos modernos
• ¿A que marca se refiere?
• Ay, pues un “Burberrys” de esos...
• ¿Blackberry?
• Eso eso...

Y es que no solo en el mundo de los abuelos hay gente así... os sorprendería la cantidad de gente zoquete que hay aún con vida y la cantidad de anécdotas que vive uno en el mundo telemárketing... un día prometo contároslas, pero esa ya será otra historia.