viernes, 2 de diciembre de 2011

De vuelta

Como muchas veces ocurre en la vida, en ocasiones una extrema saturación de acontecimientos nos obliga a tomarnos un retiro espiritual, un exilio voluntario, un periodo de reflexión o simplemente un proceso de desintoxicación.

Pero en cualquiera de los casos he vuelto, que es lo que cuenta, y principalmente me ha animado a hacerlo mucha gente que extrañaba de alguna manera el blog, aunque nada más fuese porque haya podido ser lectura habitual que favorecía a algunos la flora intestinal.

Durante este periodo una vez me he dado cuenta de que no estaba viviendo la vida como debería hacerlo, ahora es diferente, como siempre he dicho lo que no nos mata nos hace más fuertes, y en mi caso llevo ya tantos palos que casi me siento identificado con un X-men, o siendo moderno "bulletproof" (a prueba de balas señores).

En cualquier caso, todo lo que vivimos nos sirve para aprender, sobretodo de los errores y de lo malo, que es lo que, por desgracia, más nos hace aprender, esa letra si que entra con sangre. Así pues espero saber valorar todo lo acontecido durante este tiempo y que eso me sirva para vivir.

¿Y que os cuento de nuevo? Pues que hay cosas que nunca dejaran de sorprenderme, y durante estos meses pues me he topado con muchas de ellas que me han llamado la atención, yo en mi línea de abogado del diablo buscando gresca allá donde vaya.

Sin duda uno de los mejores momentos de las últimas semanas ha sido mi reincorporación al trabajo. He estado fuera de combate durante 25 días porque una gripe (probablemente de tipo aviar y concreta mente tamaño avestruz) me noqueó.

Pues bien señores, llegas a tu puesto de trabajo tras 25 días de ausencia con el cerebro en modo "a prueba de fallos" y te comunican que no te corresponden unas horas para ponerte al día, porque para ello tendrías que haber estado de baja 5 días más (que absurdos) así que nada, me lanzo directo a la piscina de la ignorancia y trato de salir a flote.

Mi cuerpo se ha desacostumbrado a los cafés de la máquina del office, esa especie de agua volcánica que casi llega a fundir el vaso de plástico y que desintegra por completo tu aparato digestivo hasta el punto de que la visita al "señor Roca" se convierte en algo inevitable.

Pues bien, allí estaba yo al más puro estilo Ally Mc Beal tras la puerta del baño, y cuando tu entras a un baño deberías ser consciente de que no sabes quien puede estar al otro lado de la puerta.

La puerta se abrió de repente y pude escuchar que alguien entraba, esa persona, no se percató que yo estaba dentro de uno de los baños interiores con la puerta cerrada, y de repente mis ojos se pusieron cual platos soperos. El muy cerdo soltó sus vientos aliseos que duraron durante más de 15 segundos, yo reconozco que este tema puede resultar un poco escatológico, pero a mi es algo que siempre me ha hecho muchísima gracia.

Así que tuve que contener la respiración para que no me escuchase morirme de risa, pero lo peor no termina ahí, lo peor, es que suena la puerta de nuevo y alguien más entra al baño, entonces el fabricador de truenos habló, y de esa forma pude conocer su identidad. ¿Cómo una persona tan fea y enana es capaz de producir semejante estruendo?

Para los que trabajáis en el mundo telemarketing de color azul os daré una pista porque se que estáis deseando saber quien era... solo diré que se asemeja mucho a MR POTATO....

Y bueno, estas pequeñas tonterías de la vida son las que me hacen sonreír...

Así que a partir de ahora volveremos a estar en contacto...

De momento os dejo una reflexión.... "No es más grande quien más espacio ocupa, sino el que más vacío deja cuando se va".

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