Es curioso como funcionamos los series humanos a nivel sentimental, a todos nos gustaría ser los más ricos, los más guapos, los más famosos... pero cuando de amores se trata, nos motiva siempre mucho más lo que no podemos tener, lo que no está a nuestro alcance, quien no nos lo pone fácil, curioso, pero a todos nos engancha más una relación complicada que quien nos entrega su vida de forma incondicional.
Con el paso del tiempo te das cuenta que, cuanto más pasas de alguien esa persona más te busca. Es complicado claro está, porque a ti te motiva alguien y de forma involuntaria tu mente, tu cuerpo y todos los apéndices de tu cuerpo lo que quieren es estar lo más cerca posible de esa persona, y eso solo te puede llevar al más absoluto fracaso.
Quizás la clave sea dar "una de cal y una de arena", una especie de efecto boomerang en la que se debe dar tanto como se debe esperar a que la otra persona mueva ficha, es difícil, porque cuando tocan los días de alejamiento uno puede entrar en pánico al pensar que la va a cagar, pero no, esta norma funciona en el 99.9% de los casos.
He llegado a pensar que tal vez, en el fondo, todos somos un poquito masoquistas. Tenemos la imperiosa necesidad de que nos digan que NO para que algo se active en nuestro interior y genere el denominado "interés".
Nos matan con la indiferencia. Que es la forma más limpia de destrozarte la patata sin mancharlo todo de sangre. Mostrarse frío, distante, indiferente pero sin la necesidad de llegar a ser un pasota total, siempre dejando un pequeño resquicio, una puerta entreabierta, una pequeña esperanza que es a la que tu te aferrarás con uñas y dientes para seguir luchando por tu objetivo.
Somos ridículos, lo somos, pero funcionamos así. Es como si tuviésemos hambre y prefiriésemos ir a Supervivientes y competir por un muslo de pollo en una gymkhana en lugar de abrir la nevera y disfrutar del banquete.
¡Pero cuidado! Este modus operandi solo se puede sobrellevar en pequeñas dosis. Existen personas que no son capaces de dominar este toma y daca, y ese sufrimiento lo convierten en una necesidad, una adicción que solo les llevará a la destrucción. Su objetivo se centra en "salvar" a la persona que aman, piensan que pueden traerles al camino correcto y que su recompensa será un amor incondicional. Nunca conducir por una autovía en sentido contrario puede acarrearte consecuencias favorables.
¿Somo animales racionales? Permíteme que lo dude.
No hay comentarios:
Publicar un comentario